Salimos a las siete y media de la mañana, nos alegramos
porque tenemos viento suave del NW que nos lleva cómodos y no hay mucha ola.
Nuestra alegría dura poco pues finalmente tenemos que poner motor, menos mal
que hay una brisa que nos reporta frescor.
Hoy va a ser el día de la pesca, nos vendrá bien un poco de
mojama durante el invierno. Los dos primeros caen justo antes del Ángelus,
perfecto, estamos descansados, nos da el tiempo justo para que la bañera se
seque antes de tomar nuestro Ángelus protegidos con el toldo del sol. Esta vez el Ángelus se compone de unas huevas recién pescadas con salsa de verdura, guindilla, pimientos de piquillo, ajitos y un toque de vino blanco....... estaba realmente exquisito !!!
El tiempo transcurre plácidamente, la ola ha bajado por lo
que descansamos y tomamos fuerzas para la noche.
A media tarde cae el tercero, este será el más grande hasta
el momento, me lo tomo con paciencia y me recreo en el destazo que proceso con
manos de cirujano aunque el cuchillo me tenga un poco cabreado pues no tiene
filo y yo no soy muy ducho como afilador…
Esther hace las labores de ayudante con diligencia y
apremio, es una gran ayuda.
Por fin acabamos de destazar el atún y limpiamos la bañera ,
nos queda muy poco tiempo antes de que se vaya el sol, me pongo a preparar un
gintonic, Esther mira las cañas y e mira de soslayo, los dos pensamos lo mismo,
ya todo está limpio y queda el tiempo justo para que se seque la bañera antes
de que caiga la noche. Pero las cañas siguen puestas…….estoy preparando el
Gintonic mientras suena la primera caña….. en ese momento Esther ya me está
mirando con cara de circunstancia, sabe que otra vez toca zafarrancho……
mientras me mira suena la otra caña…….ahora las miradas son cruzadas, sabemos
que nos caerá la noche mientras preparamos estos dos últimos y que dormiremos
con la bañera mojada, pero todo vale la pena por conservar estas viandas y
poder disfrutarlas con nuestros amigos y allegados cuando estemos lejos del
mar.
Acabamos rotos, todo el barco huele a pescado, menos mal que es pescado
fresco, jaja.
Vamos a congelar las ventrescas hasta que llegue la nueva tripulación para dar cuenta de las mismas como corresponde. Además nosotros no podemos comernos las diez ventrescas!!!!! jajaja
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