Desayunamos temprano con tostadas del pan casero que hicimos anoche para la gran barbacoa de Juanma, a las nueve y poco estamos en el puerto de Teulada y a las diez ya estamos saliendo de Teulada con nuestro flamante Panda, todo un ejemplo de organización.
Como siempre las vistas de este lugar son muy relajantes, parece que estamos en el Caribe.
Paramos a tomar una cerveza justo antes de llegar a Cagliari, decidimos que dormiremos hoy en el barco y no de hotel como en un principio habíamos pensado. Nuestra llegada a Cagliari se ve ensombrecida por un gran chubasco que nos biene bien para comer fresquito en un parque. Una vez bien comidos paseamos por la ciudad y bajamos la comilona. La catedral tiene unos marmoles muy trabajados.
Casualmente coincide que el hermano de Esther tiene su barco en Cagliari, aprovechamos para visitarlo.
La dimensión de la embarcación nos hace soñar.
Terminamos cenando en la Tratoria Lillicu, un sitio original y barato en el que la gran parte de los platos son de pescado !!!! una grillada acompañada de caracoles, mejillones, ensalada de pulpo etc. nos deja aítos y preparados para soportar con somnoliencia los casi 70 kilometros por carretereas comarcales que nos llevan a nuestra casita.
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