Salimos temprano hacia Valletta, es la mejor hora para
evitar aglomeraciones.
Nos tomamos un capuchino y la típica rosca de Melaza en el
café Cordina antes de entrar en la Cocatedral.
La visita a la catedral es muy emocionante, hay tanta
información visual que es imposible retener todo, nos quedamos maravillados con
cada rincón de este lugar, con la historia de la Orden de San Juan, con las
pinturas, San Juan de Caravaggio, pero también con muchas otras como la muerte
del dragón a manos de San Jorge en la capilla de la lengua de Aragón.
El tiempo apremia, debemos abandonar este lugar para ir al
Gran palacio donde podemos ver una colección maravillosa de amas y armaduras de
la época.
Es la hora de almorzar por lo que buscamos un parque con
buenas vistas a la Gran Campana y al puerto. Sin más demora salimos hacia Gozo
y llegamos a buena hora por lo que decidimos ir a Marsalforn antes que a Rabat.
Marsalforn es el lugar perfecto para descansar un rato mientras relajamos la
vista con el mar y las olas que entran en la bahía haciendo espuma en la roca
caliza.
Damos un quiebro para entrar en el Lidel y comprar algunas
cosillas antes de Entrar en Rabat.
Rabat es un lugar encantador, recorrer sus calles y su
muralla es un espectáculo y más aún si es a la puesta del sol. Visitamos las
dos Iglesias en horario de misa, la de
San Jorge en el centro del pueblo, la de San Juan junto a la antigua cárcel con
su cúpula sin terminar y el peculiar trampantojo.
Unas cervezas mientras contemplamos la puesta de sol nos dan
fuerzas para tomar de nuevo el ferry, pasar a Malta y llegar al barco donde
cenaremos provolone con una ensalada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario