La noche ha pasado entre algodones, el barco parecía estático encima de estas aguas que sondan apenas los dos metros. La vista al amanecer del parque natural da paz. Llegamos temprano a Alghero, hacemos gasoil y nos metemos en puerto y dejamos el barco listo para la última etapa, la travesía de regreso a casa. Salgo a comprar pescado ya que mi tío hoy nos va a deleitar y sorprender con un caldero Murciano. Pasamos el día trabajando duro, hasta estibamos el dingui puesto que no creo lo usemos y nos estorbará en caso de pescar..... Salvatore y Joan se pasan la tarde cocinando, se han hecho pareja de cocina. Un aperitivo de gambas nunca está mal, la de la vergüenza no se quien se la comió.
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