30 de mayo de 2018

DIA DE TRÁNSITO


Me levanto de buena mañana, la noche ha estado reinada por la lluvia intermitente, unas gotas que caían por la ventana me han despertado y traído a la consciencia. Aprovecho mientras Omar duerme, el pobre tiene sueño atrasado debido a su viaje desde el otro hemisferio. Remato algunos temas informáticos para agilizar después las entradas al blog. Omar acaba por rendirse al nuevo día, desayunamos entre llovizna, lo suficiente para retirarnos antes del chaparrón que viene y del que nos libramos dentro del coche mientras vamos a la compra inicial, queremos tener todo preparado para la largada y recibir a Rodrigo y Jorge sin tareas pendientes.
Estibamos la compra, montamos el bimini, líneas de vida, limpiamos las anchoas que hemos comprado. Se nos hace un poco tarde y comemos una tapa ligera de embutido y queso. Omar hace siesta, yo me lio con las anchoas, jaja unas van en aceite otras en vinagre, que contento se pondrá Rodrigo, le encantan !

 La tarde pasa con el cielo nublado, escribo estas líneas, ya siento el cambio de escenario, voy dejándome llevar por la indolencia y el dolche farniente…..  en un rato vendrá Esther, nos acompañará hasta nuestra largada, que bueno tener a alguien que nos despida de la manera mas tradicional, con pañuelo en mano.
Omar se ha “pegado” literalmente a la cama, voy a enchufar la canción del salto de cama ¿Qué cual es? Pronto lo descubriréis. J


Esther, como siempre llega puntual, llega a tiempo de ayudarrme con la cena, la verdad las doradas nos supieron a gloria, la conversación amena terminó chispeando cosa que no nos impidió disfrutar hasta el último momento.

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