Una puesta de sol inolvidable, en un emplazamiento único, a nuestro frente divisamos Mallorca, el acantilado a nuestros pies y las aves que no cesan de revolotear, todo ello amenizado con música en directo y la mejor compañía.
Lástima que nos tenemos que ir pues hemos quedado con Marcelino a las diez!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario