11 de septiembre de 2018

LLEGAMOS A ALCOCEBRE

Me levanto consciente de que este va a ser mi último baño-buceo de este verano, lo transformo en un ritual que tomo con calma, tengo la cámara acuática en la mano pero en el último momento la dejo en el barco, sé que voy a ver Meros y Doradas con dimensiones fuera de lo común y he preferido disfrutar de ello al 100 % grabando en mi retina y disfrutando de la vista. Efectivamente en cuanto me acerco a la costa empiezan a aparecer los peces que me miran con indiferencia, yo disfruto de verlos así, felices, los ojos se me abren como platos pensando en la cena de hoy…. Me siento bien, el agua está a 31,5 grados y el sol ha aparecido entre las nubes, observo pequeños seres prehistóricos en la zona de más profundidad y regreso al barco donde la tripulación duerme...






 ESTO ES LO ÚNICO QUE HEMOS PESCADO....
 COMIDA DE LLEGADA...

ARREGLÁNDOSE...

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