Hacemos las ultimas compras, entre otras una bandeja alta para el horno y un Pargo de 2 kilos que nos cuesta un pico pero que seguro hará nuestras delicias esta noche.
A las doce salimos del puerto, nos dirigimos hacia Procida.
Procida es famosa por sus cítricos, aquí es donde se fabrica el famoso limoncello.
Fondeamos en la bahía de Corricella donde pensamos quedarnos un par de horas que luego se convierten en toda la noche.
Volvemos a coincidir con las tripulaciones y los barcos de la "regata", entre la cantidad de barcos fondeados una tripulación se pasea por la bahía ofreciendo sus servicios de obras y construcciones.....
Mi tripulación sale a dar un paseo, yo me quedo en el barco, aprovecho para actualizar el blog y tomar el sol mientras hablo por teléfono.
El atardecer languidece entre el calor de incubadora y mis piernas jugando con el guardamancebo mientras escucho.
Mi tripulación regresa en dos tandas, decidimos quedarnos aquí a dormir y disfrutar de una velada degustando el pargo, de manera que su muerte quede bien justificada.
Una vez más el sol desaparece y la luna nos deleita saliendo por el peñón, ya nos vamos acostumbrando, no le damos tanta importancia como en días anteriores.
Una foto antes de que unas "olitas" nos tirasen los platos y el vino al suelo, menos mal que Vicente le había puesto el corcho, jaja. No pasa nada, recomponemos la mesa , el pescado estaba espectacular, un verdadero lujo que permanecerá en mi recuerdo.
La velada transncurre entre charletas y risas.
Mmmmmm !! Que pinta tiene el pescado !!
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